martes, 29 de enero de 2013

Orgullo y Prejuicio



La declaración de Darcy
-  Señorita Elizabeth...he luchado en vano y ya no lo soporto más, estos últimos meses han sido un tormento.  Vine a Rosings con la única idea de verla a usted. He luchado contra el sentido común, las expectativas de mi familia, su inferioridad social, mi posición y circunstancias, pero estoy dispuesto a dejarlas a un lado y pedirle que ponga fin a mi agonía.
-  No comprendo.
-  La amo...ardientemente. Por favor, le ruego que acepte mi mano.
-  Señor...yo...me hago cargo de la lucha que ha mantenido y lamento mucho haberle hecho sufrir, créame que no ha sido deliberado.
-  ¿Esa es su respuesta?
-  Si, Señor.
-  ¿Se está...se esta riendo de mí?
-  No.
-  ¿Me esta rechazando?
-  Estoy segura de que esas consideraciones que le han estado frenando le ayudaran a superarlo.
-  ¿Puedo preguntarle por qué...me rechaza sin fingir algo de cortesía?
-  Y yo ha usted porque se ha permitido decirme con el propósito evidente de ofenderme que me quiere contra los dictados de su razón.
-  No, créeme...
-  Sí, sí...¡ha sido descortés! ¡Tendría usted una escusa pero tengo otras razones y usted lo sabe!
-  ¿Qué razones?
-  Cree que yo podría caer en la tentación de aceptar al hombre que ha destruido la felicidad de mi adorada hermana? ¿Se atreve a negarlo, Señor Darcy? Usted separó a una joven pareja que se amaba y expuso a su amigo a la censura del mundo y a mi hermana a la burla que despiertan las esperanzas frustradas sumiéndoles a los dos en el mas vivo error.
-  No lo niego.
-  ¿Cómo pudo hacerlo?
-  Porque creí que su hermana le era indiferente...
-  ¿Indiferente...?
-  Les observé y comprendí que su interés era más grande que el de ella.
-  ¡Porque ella es tímida!
-  Bingley también lo es, pero estaba convencido de que ella no le amaba.
-  ¡Usted le convenció de ello!
-  ¡Lo hice por su propio bien!
-  ¡Mi hermana apenas me expresa sus sentimientos!... Me imagino que piensa que su fortuna también era un factor...
-  ¡No! Yo no haría tal deshonor a su hermana aunque se sugirió...
-  ¿Qué se sugirió?
-  Era evidente de que se trataba de un casamiento ventajoso.
-  ¡Es que mi hermana dio esa impresión?
-  No, no...no, pero sin embargo tengo que admitir que influyo lo de su familia.
-  ¿El deseo de conocer gente? ¡Al Señor Bingley no parecía disgustarle!
-  No, era más que eso.
-  ¡¿Qué era?!
-  Era la falta de distinción de su madre de sus tres hermanas pequeñas incluso de su padre. Perdóneme, usted y su hermana Jane quedan excluidas de esto.
-  ¿Y qué me dice del Sr Wichkam?
-  ¿El Sr. Wichkam?
-  ¿Cómo puede usted excusar su comportamiento hacia él?
-  Parece muy interesada en los problemas de ese caballero.
-  Me contó sus desventuras.
-  Ho, claro, sus desventuras han sido muy grandes.
-  Usted arruino sus posibilidades y habla de él con desprecio.
-  ¿De modo que esa es la opinión que tiene de mí? Le agradezco que haya sido tan franca. Quizá hubiera pasado por alto mis faltas si su orgullo...
- ¡¿Mi orgullo?!
-  ...mis escrúpulos sobre nuestra relación. Esperaba usted que dijeste que me encantaba la vulgaridad de su familia?
-  ¿Y esas son las palabras de un caballero? Desde el momento en que le conoci su arrogancia, su engreimiento y su desden hacia los sentimientos ajenos me hicieron comprender que usted seía el último hombre en el mundo con el que decidiría casarme.
-  Discúlpeme por haber abusado tanto de su tiempo.



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