viernes, 15 de agosto de 2014

Fuerza

Hoy estoy feliz. Sí así de simple, he llegado a un punto de mi vida en el que me gusta como soy, puede que cambiaría cosas de mi vida, si por supuesto que me gustaría salir más, tener novio y esas cosas, pero desde hace mucho tiempo no me sentía tan a gusto conmigo misma. 

Recuerdo como si fuera ayer cuando escribí una entrada el 12 de septiembre en la que "intentaba" asimilar todo lo que me venía encima. Ahora, cuando puedo decir que esa etapa ha terminado en muchos aspectos, miro hacia atrás y sonrío, sí sonrío. ¿Cómo puede ser posible que allá cambiado tanto en un año? Sigo siendo un desastre, como no, pero me aprecio, me gusta como soy y todo lo que he aprendido. Sé lo que quiero, sé lo que me llena, tengo ilusión y fuerza, y también muchas muchas ganas de luchar, luchar por lo que importa, luchar para revelarme contra el mundo, contra las desigualdades, contra todas esas leyes que nos oprimen, por mi libertad y por mi futuro.

Me siento idiota, porque todo lo que ahora me importa, hasta hace cuatro días eran temas insignificantes para mí. Todos los problemas sociales, el exceso de individualismo, la falta de humanidad, el sistema capitalista  financiero y patriarcal en el que vivimos, son lo que hoy en día me impulsan a actuar, a seguir formándome e informándome. Es mi futuro, es mi vida y quiero ser la dueña de ella, quiero poder tomar mis propias decisiones sin que me critiquen, expresar mi forma de pensar y que no se me censure ni se me tache de revolucionaría por ello y luchar por mis derechos para que no sigan desapareciendo. Luchar contra todas esas leyes que nos oprimen y nos marcan el camino que debemos seguir, dejar de ser una marioneta más en este mundo, tomar las riendas de mi vida  y alcanzar todo aquello que me proponga. 

Si ahora mismo quiero luchar contra esta gran estafa en la que vivimos creada por un contexto de crisis social, económica, laboral, jurídica y política, que ha llegado a provocar contratos laborales de salario mínimo y condiciones precarias, recortes en ayudas y servicios sociales, un alto porcentaje de exclusión social, de desahucios y de violencia, gran cantidad de leyes opresoras que impiden luchar por una situación mejor, por un futuro de igualdad. Porque en pocos años nos están privando de todos los derechos adquiridos durante años que tanto esfuerzo han costado alcanzar.



miércoles, 13 de agosto de 2014

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Cecilia, activista a favor de los animales, es tajante: Pormucho, muchísimo tiempo, fui ocultadora y mentirosa. Así que a mi novio de estos últimos dos años se lo plantee desde el principio. Hoy la única regla es poder contarnos las cosas. En marzo, por ejemplo, nos fuimos cada uno con nuestras respectivas exparejas de vacaciones. Él no me lo cuenta todo, aún le cuesta”.