Me tienes agarrado como a un niño, tantas veces esquivado
no quiero otra noche que termine así, otra noche igual.
Por qué tuviste que fundir el acero y convertir la pasión,
en el último infierno.
en el último infierno.
Cicatrices de otros tiempos, volvieron a doler
y tu lengua tras la mía, no sé bien por qué...
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