No sé cuantas veces me habré puesto a escribir esta entrada. La verdad es que empece a escribir este blog hace ya más de un año para que me ayudara a desahogarme, aunque también por afición.
Desde que empece a escribir siempre quise reflejar como me sentía, porque sé que otras personas me van a entender, pero la verdad es que nunca me he visto con las fuerzas de hablar de forma clara. Igual es porque en estos dos últimos años he cambiado hasta el punto en el que me cuesta hablar sobre mi misma. También puede que sea porque todavía sigo buscando algo en mí que simplemente se esfumo hace ya demasiado tiempo.
La verdad es que ahora mismo vivo bien, he aprendido a apreciar los buenos momentos, a guardar bajo llave los recuerdos dolorosos, no rayarme demasiado y vivir a mi manera sin importar lo que los demás opinen. Pero trás un año y pico haciendo el cabra y disfrutando me he dado cuenta de que echo de menos todo aquello que antes me hacía sonreír. Echo de menos ser una cría inocente que se reía por todo, que pensaba que todo en mundo era bueno y nadie te iba a hacer daño intencionadamente.
Yo sé exactamente porque cambié y más o menos el cuando lo hice (o mejor la causa) también, pero no me imaginaba que iba a estar tanto tiempo así.
Puede que solo sea una fase de mi vida y que dentro de un tiempo sea capaz otra vez de confiar en las personas y aprender a arriesgarme aunque las cosas puedan salir mal. Eso por ahora es un misterio que se está como otras cosas en mi cabeza bajo llave.Espero que, aunque las personas que pasan por mi vida la modifican y la ponen patas arriba, seguir teniendo la mismas ganas de vivir me pase lo que me pase.
Desde que empece a escribir siempre quise reflejar como me sentía, porque sé que otras personas me van a entender, pero la verdad es que nunca me he visto con las fuerzas de hablar de forma clara. Igual es porque en estos dos últimos años he cambiado hasta el punto en el que me cuesta hablar sobre mi misma. También puede que sea porque todavía sigo buscando algo en mí que simplemente se esfumo hace ya demasiado tiempo.
La verdad es que ahora mismo vivo bien, he aprendido a apreciar los buenos momentos, a guardar bajo llave los recuerdos dolorosos, no rayarme demasiado y vivir a mi manera sin importar lo que los demás opinen. Pero trás un año y pico haciendo el cabra y disfrutando me he dado cuenta de que echo de menos todo aquello que antes me hacía sonreír. Echo de menos ser una cría inocente que se reía por todo, que pensaba que todo en mundo era bueno y nadie te iba a hacer daño intencionadamente.
Yo sé exactamente porque cambié y más o menos el cuando lo hice (o mejor la causa) también, pero no me imaginaba que iba a estar tanto tiempo así.
Puede que solo sea una fase de mi vida y que dentro de un tiempo sea capaz otra vez de confiar en las personas y aprender a arriesgarme aunque las cosas puedan salir mal. Eso por ahora es un misterio que se está como otras cosas en mi cabeza bajo llave.Espero que, aunque las personas que pasan por mi vida la modifican y la ponen patas arriba, seguir teniendo la mismas ganas de vivir me pase lo que me pase.
Además voy a sacar algo positivo de esta entrada.... acepte lo que me pasaba hace tiempo, ahora he sido capaz de escribirlo aquí y liberar un poco mi cabeza, sólo queda un último paso...... aprender a arriesgarme en la vida real.
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